sábado, 29 de noviembre de 2014

Una forma diferente de ayudar

Todos vemos muy lejana la posibilidad de ser víctimas de un accidente o de un desastre natural. Sin embargo, en medio de la calma de nuestra rutina cualquiera de nosotros podría pasar a tener este papel, incluso un amigo, familiar o vecino. Así que tenemos que estar dispuestos a ayudar a las personas que sufren este tipo de situaciones. 
No dedicaremos la entrada a hablar sobre las diferentes posibilidades de primeros auxilios en el escenario de una catástrofe, sino de otra forma más fácil para todos de ayudar: donando sangre, éste es un elemento esencial tanto en el momento del accidente como en las semanas posteriores.



Para que una persona se convierta en donante de sangre tendrá que tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kg y lo que es más importante, no padecerá ninguna enfermedad, y no habrá convivido en los últimos meses con personas que padezcan SIDA o Hepatitis Si cumple estos requisitos podrá donar sangre tres veces al año como máximo si es mujer, y cuatro si es hombre. 
Además existen una serie de situaciones que impiden que una persona pueda donar sangre temporalmente como haber sido intervenida quirúrgicamente en los últimos meses, haber viajado a países tropicales, hacerse piercings, tatuajes, o en embarazos.
Es muy importante a la hora de realizar la donación no estar en ayunas porque se puede producir una bajada de tensión, y como consecuencia, mareo o desmayo.


Este es el enlace de la página del centro de transfusiones de Galicia, donde podéis consultar noticias, las unidades y horarios en los que se realizan las donaciones, formas alternativas de donar y un poco de historia sobre el tema.

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