La parada cardiorrespiratoria se produce por una fibrilación ventricular, es decir, el corazón mantiene su actividad eléctrica pero pierde su efectividad mecánica. Es necesario aplicar una corriente eléctrica a las células miocárdicas para recuperar el ritmo cardíaco, esto es lo que se denomina desfibrilación.El desfibrilador externo semiautomático (DESA) es muy eficaz y de fácil manejo, pueden usarlo personas no sanitarias, así que lo encontraremos en muchos edificios públicos y en lugares concurridos para poder tratar con rapidez una parada cardiorrespiratoria. En esta entrada os explicaremos cómo funciona y que precauciones se han de tomar cuando se usa este dispositivo.
- Procederemos a realizar la RCP según hemos indicado en entradas anteriores.
- Colocamos los electrodos del desfibrilador sobre el cuerpo de la víctima: uno justo debajo de la clavícula derecha y el otro unos quince centímetros por debajo de la axila izquierda.
- El desfibrilador realiza un análisis de la actividad eléctrica del corazón e indica mediante señal sonora y visual cuando es necesario accionarlo.
- Cuando el equipo lo indique, lo accionaremos y se producirá la descarga y la consiguiente despolarización del miocardio.
- Después realizaremos una nueva reanimación cardiopulmonar durante dos minutos.
- Comprobaremos otra vez el análisis del ritmo cardíaco que nos muestra el desfibrilador y si está indicado iniciamos una nueva descarga; si no proseguiremos con la RCP hasta que se recupere la víctima o hasta que nos encontremos demasiado fatigados.
A continuación, podéis ver un vídeo explicativo sobre el uso del desfibrilador semiautomático, espero que os sea de utilidad por si os veis en una situación en la que sea necesario su manejo.
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